El pasado mes de Octubre, l@s
alumn@s de 5º y 6º del colegio la Portalada de Pastriz, recibieron la visita de
uno de los monitores de la reserva Natural de los Sotos y Galachos del Ebro.
Tras la presentación del programa
y la organización de las jornadas, dió comienzo la segunda sesión del
programa. La primera sesión, fue
realizada por la tutora en el aula, durante la misma, los alumnos conocieron la
existencia de una red de espacios naturales protegidos de Aragón y las
distintas categorías de protección existentes.
La segunda jornada se centró en
la existencia de un espacio natural protegido a las puertas del municipio de
Pastriz; La Reserva Natural de los Sotos y Galachos del Ebro.
Antes de profundizar en sus
características y particularidades, los alumnos se presentaron y manifestaron
sus aficiones y conocimientos del espacio, estamos sin duda ante un grupo muy
activo y conocedor del entorno.
Para comprender mejor la realidad
socioeconómica del lugar, entre todos analizamos diferentes conceptos relacionados
con la toponimia del lugar, Alfranca, su origen y significado, Pastriz, su
significado e interpretación del escudo, la portalada, raneros, Avenida
Palafox… elementos culturales e históricos que ponen de relieve la relación de
éste pueblo con su entorno.
Conocimos qué pueblos están
dentro de la zona de influencia socioeconómica de la reserva natural, y
calculamos la distancia entre algunos de ellos y la Alfranca empleando la
escala que aparece en la ficha sobre los límites de la reserva natural.
A través de una powerpoint,
diversas explicaciones, dibujos y manejo de fichas específicas, los alumnos
comprendieron el proceso por el cual se formaban los galachos, así como su
evolución natural y la imposibilidad actual de creación de nuevos galachos.
En la powerpoint se trabajaron
los grupos de flora y fauna más representativos y sus particularidades, el
interés de l@s alumn@s era manifiesto y continuamente aportaban sus
conocimientos y experiencias vividas.
Al término de la jornada se
repasaron los requisitos para el desarrollo de la jornada siguiente; salida a
la reserva natural en bicicleta.
Llegó el día esperado, tras la
foto de rigor con todos los participantes, nos pusimos el casco e iniciamos el
trayecto hasta la finca de la Alfranca. Acompañados por diferentes cultivos de
regadío observamos diferentes elementos necesarios para el riego de los
cultivos, acequias, sifones…
Ya en la finca, conocimos a Juan,
técnico de la Reserva Natural que nos acompañaría durante buena parte de la
jornada, aparcamos las bicicletas en la iglesia Convento de San Vicente de Paul
y vimos la proyección de la Reserva Natural. Al término de la misma se
resolvieron diferentes dudas.
Tras el esperado almuerzo
retomamos el camino para conocer el sendero accesible de la balsa del cascarro,
sendero adaptado para el tránsito de personas diverso funcionales. Ésta balsa es un ejemplo de restauración paisajística, hay que recordar que hace
no muchos años era un campo de cultivo.
Durante el recorrido paramos para
tratar la temática de las especies invasoras, en concreto el galápago de
Florida y las consecuencias de su presencia en detrimento del galápago Europeo
y galápago leproso, especies amenazadas según se recoge en el catálogo de
especies amenazadas de Aragón. Para luchar contra las especies invasoras se
colocan unas trampas con objeto de su captura y traslado al centro de
recuperación de fauna silvestre de Aragón sito en la finca de la Alfranca. Los
alumnos aprendieron la técnica empleada para el marcaje y seguimiento de los
galápagos amenazados.
De la Balsa del cascarro, el
grupo tomó rumbo a la zona restringida, concretamente el galacho de la Alfranca
y su soto asociado. Álamo blanco, chopo, tamariz,
olmo eran las especies junto con el carrizo que protagonizaron la jornada.
Llegados al observatorio pudimos disfrutar de varios ejemplares de Garza Real
posados en las ramas de los árboles colindantes con el galacho. En éste punto
se reforzó el concepto de sucesión ecológica, entendiendo que los galachos son
un paisaje en peligro de extinción.
Tras la visita por el
observatorio, el grupo recorrió el soto, un lugar de ensueño donde cada especie
cumple su función, conocimos el laurel y otros arbustos que llamaron su
atención como el tapaculos.
Al pie de un fresno Juan nos
habló sobre el seguimiento de parámetros ambientales en la reserva a través de
estaciones meteorológicas.
De regreso y al atravesar el
pinar de la Alfranca nos detuvimos en torno a un pino donde el jabalí tiene su
propio rascadero, las marcas en la corteza eran patentes.
Tras la comida y tiempo de
descanso los alumnos se dirigieron al centro de interpretación para ver una
última proyección y recoger las bicicletas rumbo al colegio.
Queda pendiente para éste próximo
2017 una última actividad consistente en plantar especies forestales propias
del lugar con objeto de recuperar parcelas arañadas a la naturaleza por el
hombre, os mantendremos informados.
Queremos agradecer a la dirección
del centro escolar, profesores y alumnos su colaboración e interés por el
programa educativo, seguiremos en contacto.
Hasta pronto compañeros!!!