Los días 9,10 y 11 de Noviembre
visitamos a los alumnos de 6º de Primaria del colegio la Portalada de Pastriz.
Un año más, la reserva natural de
los sotos y galachos del Ebro vuelve a retomar su programa educativo con los
alumnos de la zona de influencia socioeconómica, agradecemos desde estas líneas
la confianza depositada por el centro en el desarrollo de las actividades
propuestas.
Un total de 21 alumnos conocieron
de primera mano la importancia y lo afortunados que son, de contar en las
proximidades de su municipio con un Espacio Natural Protegido, apreciando la
singularidad de los ecosistemas que lo componen, valorando su fragilidad y
entendiendo la educación ambiental como herramienta fundamental para el
disfrute y conservación del espacio protegido.
La jornada del día 9 fue
desarrollada íntegramente en el aula del centro escolar, se usaron fichas de
trabajo, presentaciones powerpoint, muestras biológicas… fue una dura jornada,
pero necesaria para sentar las bases teóricas y motivar la visita a la reserva
al día siguiente.
El día 10, fue sin duda una
jornada plagada de sorpresas que a buen seguro recordaran. La propuesta de
realizar el recorrido en bicicleta resultó atractiva para los alumnos y
novedosa en el bagaje de programas realizados con éste centro.
Pero no era ésta la única
novedad, a la llegada a la reserva, los alumnos recibieron la visita de Virginia
(una autentica crac en la educación ambiental que nos contagio con su alegría y
buen hacer)
Al momento aparecieron Fran y
Ricardo, APN´s (Agente para la
Protección de la Naturaleza ), que nos hablaron sobre su trabajo y
nos motivaron para ayudarles a recuperar una zona degradada mediante una
actividad de repoblación. Así pues azada, tamariz, agua, ilusión y esfuerzo
fueron los ingredientes necesarios para plantar, seguiremos con atención ésta
acción para observar su evolución.
Las sorpresas no habían hecho más
que empezar, tras el merecido almuerzo, los alumnos fueron participes de una de
las disciplinas más bonitas en el conocimiento de la avifauna local, se trata
del anillamiento científico.
Agradecemos la labor de Javier,
compañero de la empresa y ornitólogo, que accedió
desinteresadamente a mostrar a nuestros alumnos parte de su labor científica y
divulgativa. Carbonero, Ruiseñor común y Petirrojo previamente anillados fueron
las 3 especies que pudimos contemplar y liberar. Sin duda una actividad que
recordareis por su emotividad.
Una vez anillados y puestos en
libertad, nos dirigimos hacia la zona restringida, el galacho de la Alfranca , donde pudimos ver garza real, cormorán y otras
aves acuáticas propias del lugar y de la época en la que nos encontramos.
Atravesamos un soto de cuento e
identificamos especies vegetales en base a las hojas, texturas, colores, olores
y sabores que nos ofrece la estación otoñal.
La humedad que precedió a la
jornada de campo también fue una oportunidad para encontrar en sustratos
blandos, huellas de mamíferos tales como jabalí, zorro o tejón.
Agotados y con el estómago
rugiendo, paramos para comer y relajarnos en las instalaciones del Espacio
Alfranca, todavía quedaban más sorpresas…Fuimos en busca del tesoro escondido,
¿habéis oído hablar de Geocaching? Y lo encontramos, estos chicos son unos
linces, qué gozo!
Quedaba poco para terminar la
jornada, cómo había pasado el tiempo… De camino al colegio volvimos a descubrir
algún tesoro ubicado en el camino natural a la Alfranca.
El miércoles 11 dedicamos la
jornada a recordar la excursión, ruta en Google Earth, pase de las fotos
obtenidas en el día de campo…por otro lado se recogieron las evaluaciones y se
obtuvo el compromiso de los alumnos para elaborar un juego basado en Geocaching
donde ellos iban a ser los protagonistas, diseñando los contenedores, los
contenidos y la ruta a realizar con origen en Pastriz y destino en la Reserva Natural. Estamos
seguros de que saldrá un buen trabajo.
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